domingo, 4 de septiembre de 2011

estos_que_siguen_esperando

Está llegando a destino casualmente. A partir de ese momento todo espacio se hace posible en el jardín de tinta. Un grillo, en susurros, hablando más de un idioma, dictamina que el énfasis debe estar puesto en las intenciones, eso reducirá la escala, hará soportable el clima y los tábanos, el calor fermentará la inquietud que desdibuja las imágenes. En un estilo suntuoso, turbio, caótico, enmarañado, indescifrable, una figura inasible emerge, irrumpe como una noticia, como una invitación a la reconstrucción, indiferente. Una máquina produce ficción, el dispositivo estimula en su trabajo el ajetreo del cuerpo, el trabajo del cuerpo. Se sumerge en el cuaderno de viaje. En el recorrido aparecen, página a página, la intimidad de los objetos. ¿Qué se puede aprender de los objetos? El escándalo de los secretos gratuitos, esa substancia toxica que siempre retorna. Nunca se olvida.

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